Una puerta abierta en el cielo

Los lunes hay mercadillo en San Martín y en San Juan de Teotihuacan, pero es el mercadillo de San Juan el que se lleva la palma. Los dos son mercadillos semejantes a los que tenemos en todos los pueblos del mediterráneo español, pero con más colorido, más abigarrados, más parecidos a los zocos de los moros. -porque son moros y si alguien se ofende que se ponga una obsidiana. A nosotros, los gitanos nos llaman payos, que quiere decir pajos, es decir maricones y no me queda más remedio que tolerarlo, así que los moros son moros y serán siempre moros, por mucho cuento de islamismo, islamistas o lo que sea, ellos son moros y yo seguiré siendo maricón a ojos de los gitanos-.

Colores anaranjados de los toldos que recubren todo el abigarrado mercadillo, coloridos amarillentos fuertes, chillones, colores verdes vivos, azules de azulete, rojos vivos encarnados y colores con mucha luz y de muy diferentes tonos siempre vivos y chillones.

Variedades de frutas aromáticas muy llamativas; mangos, guayabas, platanitos pequeños, platanitos pintos, platanazos grandes, kiwis de varias clases, melones de agua alargados y grandotes, mameys, mangos, fresas a montones, ciruelas, duraznos y tuna una fruta mexicana que da un cactus que es muy jugosa y refrescante que sabe dulce, pero el dulce de tuna no se puede comparar con otro dulce de fruta, como el dulce de la miel que se puede comparar con ningún otro dulce, igual que el dulce de la mujer que amas que no te lo puede dar otra mujer.

Calabazas, calabazotes, calabacines, tomates y pimientos verdes grandes, pimientos verdes o rojos, pequeños y alargados de varios tamaños unos pican mucho y los otros pican más, cangrejos enormes, pescados de varias clases que desconozco, carnes, pollos, legumbres, habichuelas blancas, pintas, negras pardas, más de 20 variedades de judías y muchos puestos con hierbas medicinales; hojas de limonero, romero, flores de azahar, menta hierbabuena ¡huumm¡ aromas frescos y fragantes mezclados con perfume de frutas y un ligero olor de pescado que sala la fragancia del ambiente y hace ligeramente salado el dulce y perfumado aroma que se respira en estos mercadillos.

Hemos ido a comprar flores para llevar a la tumba de Lorenzo -que pendejos son ustedes, no me compren unas flores, cómprenme una maceta así la tendré todo el año, decía Lorenzo- eso es lo que parece se nos vino a la cabeza y al final compramos una maceta con una planta de esas de bulbo grande que se parecen el iris pero son más atrompetadas con dos flores acampanadas rojas, la madre de mi amigo Chimo las tenía por todas partes en la casita de l´horta de Sella, son plantas muy resistentes y florecen una vez al año, también hemos comprado tres macetitas más, una manzanilla florida, una corazón colgante y una albahaca para regalarle a Emma, la bruja dueña del temazcal de Teotihuacan.

Encontrar la tumba de Lorenzo no ha sido tarea fácil, aunque las tumbas están relativamente alineadas, el cementerio que rodea la Iglesia de San Lorenzo de Teotihuacan es un poco caótico, no hay nadie que de ningún servicio y el desorden y la improvisación son la marca del lugar. Finalmente la hemos encontrado, la tumba estaba rodeada por ocho grandes macetones rellenos de calas blancas, las flores que él siempre ponía delante de la Virgen de Guadalupe que tenía en la capilla de su casa. Encima del pecho le he puesto la maceta con dos flores rojas acampanadas grandes, una por Hilda y otra por mí.

Luego hemos ido a regalarle la albahaca a Emma, la gorda Aries que es idéntica a mi abuela, a la que le tengo más miedo que a la polilla. Las brujas de Teotihuacan están tramando el ritual la atadura de años, algo que se hace cuando una persona cumple los 52 años, edad ésta que permite a una mujer ser chamana de verdad. El ritual será el día 2 de marzo, pero este próximo miércoles por la tarde se prepara un temazcal sólo para la tribu de brujas, no se admite otra gente. Supongo que ya seré de esta tribu porque se me permite asistir. Pero esta vez me voy a poner lo más lejos posible de la gorda, a mí ya no me trincan más la cabeza con el muslamen y me la meten bajo el suelo, está vez, juro que ni me muevo, me he traído un gorrito berebere de esos de algodón tejido caladito que sirven para impedir que se sienta el calor y encima me voy a poner una boina grande azul de esas parisinas para tener una buena bolsa de aire encima de la cabeza y que así no se me frían los sesos como me pasó la otra vez y además me voy a meter dentro del horno con un paliacate de algodón que me llevo guardando desde varios meses para esta ocasión.

Esta tarde del lunes hemos ido pasear por los alrededores de la zona arqueológica y hemos encontrado una pirámide nueva sin abrir, se trata de un montículo de tierra de unos veinte metros de altura que está situado justo enfrente de la pirámide del Sol, pero fuera del recinto arqueológico, a más de un kilometro de la pirámide principal, en dirección oeste, un lugar perfecto para mirar el cielo nocturno, pues desde ahì arriba se observa un horizonte llano y despejado, pues las copas de los miles de árboles de falsa pimienta que recubren tosdo este lugar, quedan por debajo. El montículo, que es sin duda una piramide enterrada, está alineado con la pirámide de la Luna y el lugar donde hoy se ha puesto el Sol.

Por la noche hemos vuelto a la pirámide cubierta para tratar de hacer alguna foto nocturna con la pirámide del Sol al fondo y me ha parecido un lugar perfecto para ver el cielo en Teotihuacan. Desde la parte alta de la pirámide, que parece un montículo plano, se ve el cielo estrellado y sobre todo el horizonte por el que salen y se ponen los cuerpos celestes, por eso es un lugar idóneo para ver los ortos de los planetas, desde quí se puede ver perfectamente cualquier neomenia de la Luna o cualquier aparición de un planeta por el horizonte. Tan bueno es el lugar que hemos tomado posesión de él en nombre de los astrólogos del mundo y lo hemos bautizado. Esta pirámide secreta se llamará la pirámide de Cihualcoalt y cuando cualquiera de vosotros quiera venir a Toetihuacan a ver el cielo desde aquí, ya sabe que tiene un lugar un kilómetro al oeste de la pirámide del Sol, para ver un cielo en las condiciones que la veían los antiguos sacerdotes del lugar.